Su timidez ante los medios es notoria, pero poco a poco se va tranquilizando y empieza a contar todas sus vivencias con el fútbol, que por cierto, son muchas. La más reciente es que tuvo que dejar su trabajo de limpieza en un condominio de Santa Cruz para tener más tiempo para entrenarse y llegar en las mejores condiciones a los cuatro partidos amistosos FIFA con la selección femenina. Ella es Ángela Cárdenas, una volante que marca diferencia en el combinado que dirige Napoleón Cardozo.
Hace más de un mes que dejó de percibir un salario fijo y tuvo que sustentarse con los ahorros que consiguió en sus jornadas de planillera en el campeonato de un barrio. El motivo fue que se acercaba la convocatoria para la Verde y tenía que practicar horas extras si quería aguantar el trajín. El técnico, Napoleón Cardozo, le abrió un espacio para que pueda trabajar con la sub-19 de Real Santa Cruz y no se detuvo desde entonces.
El esfuerzo de Cárdenas valió la pena, no solo porque la Verde ha ganado hasta el momento sus tres partidos de preparación (dos frente a Puerto Rico y uno ante Perú), sino también porque su nivel es óptimo y hasta ha marcado dos goles, uno en cada encuentro, en Santa Cruz y en Villa Tunari. El segundo fue un golazo de tiro libre que muestra su gran calidad.
Ella, es una joven valiente que se busca la vida. Ha sido niñera, mesera y para ganarse un dinero extra también juega de cancha en cancha los días que el tiempo se lo permite. De momento, también estudia Contaduría Pública, luego de ingresar Universidad Autónoma Gabriel René Moreno como deportista destacada.
Sus buenas actuaciones han derivado en que Cardozo no la mueva del medio campo, juega de 8, pero también tiene buenas características para ser la 10 del equipo. “Me gusta el medio sector porque uno se mueve más, destruye las jugadas del rival y también arma las jugadas de riesgo que tiene del equipo”, dijo después de un par de horas de haber goleado a Perú en la Videna.
El fútbol es su vida
Ángela comenzó a entrenarse desde los tres años porque su padre, Víctor, llevaba a sus hermanos (Ronitito y Miguel Ángel) a la academia Tahuichi y ella se iba tras los balones. Hasta que los tres terminaron formándose en el deporte que más apasiona a su familia. Desde ahí no se detuvo y jugó en Blooming, Florida, Mundo Futuro, Universidad y actualmente milita en Real Guaraní.
Sus hermanas menores (Yésica y Nazarena) siguieron sus pasos; es más, la segunda también representó al país. “Ambas serán mamás, así que hicieron una pausa en el deporte”, reveló Cárdenas. Los varones de la casa siempre se muestran orgullosos de sus logros, pues ellos por lesión y por ayudar en el sustento económico de la casa tuvieron que dejar de practicar fútbol. “Ellos siempre nos apoyan en todo”, resaltó la mediocampista.
Un club para ellas
Los pocos recursos económicos de su familia -en su infancia no tenían ni electricidad en su casa- no le impidieron a su padre fundar el club Real Guaraní para que sus hijas muestren sus cualidades. “Las tres jugábamos, pero me abandonaron mis hermanas”, dice en tono de broma.
Los integrantes de su familia ponen cuotas para pagar arbitrajes, agua, uniforme y lo que sea necesario para competir en la Primera A de la Liga Femenina de Fútbol en Santa Cruz. “Sé que si se profesionaliza el fútbol femenino nos costará mantenerlo, pero ya veremos qué pasa porque ganas no nos faltan”, aseguró con optimismo la seleccionada.
La talentosa mediocampista de la Verde, Cárdenas, está orgullosa de representar al fútbol femenino de Bolivia
No hay comentarios:
Publicar un comentario