"El futuro del fútbol es femenino". Quien quiera entender el sorprendente pronóstico del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, tendrá una oportunidad inmejorable a partir del domingo, cuando comienza en Alemania el sexto Mundial de fútbol femenino de la historia.
El Estadio Olímpico de Berlín acogerá la ceremonia inaugural y el partido entre Alemania, actual campeona del mundo, y Canadá.
Entre los más de 74.000 espectadores -una cifra récord para un partido de mujeres en Europa- estarán la canciller Angela Merkel, el presidente Christian Wulff y el propio Blatter.
Son señales positivas de cara al gran desafío de este Mundial: dar un nuevo impulso a un deporte hasta ahora eclipsado por el fútbol masculino. "Queremos hacer historia", insiste la presidenta del comité organizador de Alemania 2011, Steffi Jones.
Con un presupuesto de 51 millones de euros (menos de una décima parte de lo invertido en el Mundial masculino de 2006, también en Alemania), el de mujeres se presenta como una "versión reducida" del de hombres, pero aspirando a ofrecer los mismos atractivos.
El torneo tiene a su "Messi" en la brasileña Marta, una mezcla de potencia y destreza acrobática que la convierte, sin discusión, en la mejor jugadora del planeta y una de los grandes centros de atención del Mundial.
Entre los 16 equipos figuran potencias como Brasil y las bicampeonas mundiales Alemania y Estados Unidos, junto a misterios como
Corea del Norte y exóticos como Guinea Ecuatorial, "tapados" como México y debutantes como Colombia.
Incluso el fallecido pulpo Paul, famoso por sus dotes adivinas en el Mundial de Sudáfrica el año pasado, tiene su par femenino en Alemania 2011: la pulpa Paula. En un polémico debut, hoy auguró que Canadá ganará a las locales el domingo.
"No podemos compararnos con el Mundial de 2006, es otra dimensión. Pero la emoción y la fascinación son propios de todo acontecimiento deportivo. No importa si juegan hombres o mujeres", confió Jones.
Parte de ese éxito dependerá de los espectadores que se acerquen a ver los 32 partidos distruibidos en nueve sedes: Berlín, Fráncfort, Mönchengladbach, Sinsheim, Wolfsburgo, Augsburgo, Bochum, Dresde y Leverkusen.
Hasta ahora se vendieron más de 700.000 entradas de las 900.000 disponibles. Para los partidos de Alemania y para la final del 17 de julio en Fráncfort ya no quedan entradas disponibles.
Independientemente de los resultados económicos y de público, Blatter confió en que Alemania 2011 ofrecerá una gran espectáculo.
"Vamos a sacar algo fantástico de este Mundial", aseguró.
La gestión del suizo al frente de la FIFA está marcada por la conquista de nuevos territorios para el deporte rey: bajo su mandato se celebraron los primeros Mundiales en Asia (2002) y África (2010) y se concedieron por primera vez a un país de Europa del Este (2018) y Cercano Oriente (2022).
Lo que ocurra en Alemania a partir del domingo dirá si Joseph Blatter encontró ahora en las mujeres un nuevo territorio para seguir expandiendo "el futuro fútbol".
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