El entusiasmo del equipo guaraní, que representa a Bolivia en el Donosti Cup en España, impactó a la gente y los medios de comunicación que cubren el evento, que se animaron a darle un lugar de privilegio en España.
El periodista español Ander Izaguirre destacó en su blog (getendigital.es) aspectos importantes que rodean a la participación de las bolivianas.
“Las madres bolivianas ganaron 6-0 su primer partido en la Donosti Cup y estallaron de alegría: cantaron en coro, saltaron, hicieron el baile del pollo y el baile de la vinchuca, se abrazaron al profe Azkargorta' Luego perdieron por 12-0 y 11-0, y salieron tristes del campo. Un minuto después cantaron en coro, saltaron, hicieron el baile del pollo y el baile de la vinchuca, se abrazaron al profe Azkargorta'”, afirma en su blog.
Agrega que cuando les tocó jugar frente al equipo catalán de AEM y les marcaron el “undécimo gol en un clamoroso fuera de juego, a Azkargorta se lo llevaban los demonios. Era el undécimo y quedaban tres minutos para acabar, pero protestó al árbitro como si le hubieran robado a Bolivia un penalti en la final de la Copa América. El duodécimo, justo después, también lo marcaron en un fuera de juego de libro. Así que las mujeres del Momim, al final del partido, fueron donde el árbitro para pedirle que descontara esos dos últimos goles y dejara el marcador en 10-0. No lo hizo, claro, pero ese detalle de rebeldía le encantó a Azkargorta, que escribió en su twitter: “Cada día estoy más orgulloso de estas madres y su espíritu, su gran capacidad de lucha y sus ganas de vivir. Han cantado a pesar del resultado”.
Según Izaguirre, las jugadoras nacionales se despidieron de cada una de las jornadas con vítores en favor de las mujeres y las madres, lo que fue apoyado por las rivales ocasionales en las jornadas futbolísticas.
Otra experiencia para Azkargorta
Trato “El mister tiene una extraordinaria habilidad para saber cuándo comportarse como un Van Gaal que ha bebido seis redbulls, incluso con sus propias chicas, a las que corrige y abronca durante el partido, y cuándo transformarse de golpe en un abuelito amoroso que mima a las jugadoras hasta emocionarlas”, destaca.
Apoyo “En uno de los compromisos, en Herrera, el profe estaba afónico y puso a su lado a la utilera Karen para que ella gritara sus órdenes. Mientras tanto, una treintena de emigrantes bolivianos afincados en San Sebastián cantaba en la grada: “Azkargorta, Bigotón, te queremos un montón”, agrega en su blog Izaguirre.
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