viernes, 12 de octubre de 2018
Jenny Elizabeth Mamani Choque es presidenta del Club Virgen de Chijipata
Jenny Elizabeth Mamani Choque es un caso como pocos. Hace unos años jugaba fútbol y fútbol de salón. Hoy es presidenta del Club Virgen de Chijipata, de la Asociación de Fútbol de La Paz (AFLP), al que logró ascender desde Segunda de Ascenso hasta la Primera A.
“El Club Virgen de Chijipata es representante del pueblo de Laja, lugar histórico de La Paz. El equipo fue inscrito en la AFLP en 2011 y estaba a cargo de la familia de mi esposo. Hasta que me hicieron una invitación en 2014 para que me hiciera cargo de la presidencia, acepté de inmediato el desafío porque soy yerna de Laja y con mi familia somos devotos de la Virgencita de Chijipata, que es la patrona del lugar”. Ahí comenzó a escribir una historia diferente en el fútbol.
“Como me gusta el fútbol, evalué mis posibilidades económicas y me decidí a trabajar por el club, me fue muy bien porque lo ascendimos desde Segunda, ahora estamos en Primera A y tenemos como objetivo llegar a jugar la Copa Simón Bolívar y por qué no pensar en el balompié profesional”.
Al principio “fue muy complicado porque manejé el club yo sola; posteriormente, mi esposo Raúl, viendo mi entusiasmo se sumó al proyecto. Yo me sacaba tiempo para estar con el equipo, primero lo hice como hincha en las tribunas y luego como delegada en las reuniones de la asociación”.
Su “vicio” por el fútbol es de antes. En su época escolar jugaba fútbol de salón representando al colegio David Pinilla y luego pasó a integrar el Club Illimani. “Todo eso me quedó, le hallé gustito a practicar la disciplina y aquí estoy”.
No es “normal” ver a una mujer como dirigente en el fútbol y menos en la presidencia de un club. Hay casos, pero son muy pocos.
“Me costó al inicio por el hecho de ser mujer, además eso de ingresar a participar en las reuniones de la asociación sin conocer a los dirigentes ni dominar las normas, todo eso me costó. Pero lo hice. Además, me gusta que las normas se cumplan, que los reglamentos se acaten. A veces, a muchos no porque tienen intereses de sus equipos. Aunque empecé de cero, tengo que decir que tuve compañeros que me recibieron bien, me enseñaron muchas cosas y me fui acomodando”.
Su padre fue socio de The Strongest, “entonces en mi casa se hablaba o comentaba mucho de fútbol y eso también fue determinante a la hora de adoptar la responsabilidad que tengo hoy”.
Tuvo que lidiar con muchas cosas. Por ejemplo, el carácter de los entrenadores: “Querían imponer unilateralmente las cosas”, sostiene.
Con el tiempo, todo fue cambiando “para bien, aprendí a tomar decisiones en forma conjunta y hoy tenemos como técnico a Erlan Álvarez, con quien nos sentamos a planificar todo, desde la economía hasta el trabajo en los entrenamientos. Sé que me falta experiencia, pero voy aprendiendo cada vez más y considero que estoy por un buen camino”.
Jugadores del club Virgen de Chijipata celebran el título de la Primera B en 2017. Foto: Miguel Carrasco
Con la empresa familiar que tiene cubre todos los gastos. “Son pocos los que nos colaboran y la inversión es fuerte. Pero lo hacemos con cariño y por la devoción que le tenemos a la Virgen”.
Sobrinos, lajeños y algunos refuerzos
El plantel de jugadores del club Virgen de Chijipata está integrado en su mayoría por jóvenes de Laja, además familiares de Jenny Elizabeth Mamani, la presidenta.
“Están mis sobrinos y los jóvenes de Laja. Al principio, el 80% eran lajeños, pero con el transcurrir de los años muchos se fueron al cuartel, otros se casaron y algunos decidieron continuar sus estudios, entonces tuvimos que buscar jugadores de otros lados”.
De esa manera, también hay exintegrantes de 31 de Octubre y ABB. Asimismo, “trajimos jugadores de los Yungas con quienes estamos trabajando, pero con la condición de que ellos principalmente no descuiden sus estudios porque consideramos que, aparte del deporte deben formarse en pos de tener una profesión. A veces tengo que ser mamá y consejera”.
Sabe de fútbol a pesar de que es dirigente desde hace poco. “He notado que no hay trabajo en divisiones inferiores, hay equipos en la asociación en diferentes divisiones, pero creo que es más por el entusiasmo de los padres. También advertí que los técnicos en muchos casos no hacen seguimiento a futbolistas de categorías menores y tampoco hay apoyo por parte de la prensa, que si bien hace cobertura al torneo mayor, que es la Primera A, no se ocupa de las categorías menores como la B, o ascensos. Digo esto porque para esos futbolistas de estas divisiones sería una motivación verse en las páginas de la prensa o los puedan destacar en programas televisivos, falta esa labor”.
Finalmente, dice que le gustaría integrar a futuro el directorio de la AFLP, pero en ningún caso llegar a ser presidenta de la entidad.
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