En abril de este año, cinco mujeres desafiaron la censura en Irán. Se disfrazaron de hombres para entrar a un estadio y ver un partido de fútbol. Seis meses después, se registró un hecho histórico. Un centenar de mujeres iraníes pudieron presenciar excepcionalmente ayer en el estadio Azadi de Teherán el encuentro entre Irán y Bolivia.
Sin ser una novedad, esta presencia femenina en las gradas es rara en una república islámica donde las mujeres no tienen derecho a acudir al estadio a ver a hombres jugando al fútbol.
Con banderas iraníes, las aficionadas fueron colocadas en una tribuna separada de los hombres y asistieron al triunfo de su selección por 2-1 contra Bolivia. Poco antes, el sitio internet Varzesh3, especializado en la información deportiva, había indicado que las autoridades locales habían autorizado un número limitado de mujeres a asistir al encuentro: “familiares de los jugadores y técnicos, miembros de los equipos femeninos, empleadas de la federación y algunas aficionadas”.
Desde el triunfo de la revolución islámica en 1979, las mujeres tienen prohibido el acceso al estadio en los partidos de fútbol masculinos, oficialmente para protegerlas de acciones groseras de los hombres.
Esta medida es regularmente criticada en el seno del propio sistema político de Irán. El presidente iraní Hassan Rohani, que pasa por ser moderado, expresó en varias ocasiones su voluntad de ver a las mujeres acceder a los estadios, pero este proyecto choca con la oposición del clan ultraconservador.
El 26 de junio, sin embargo, varios miles de mujeres, acompañadas de miembros de sus familias, habían sido autorizadas a entrar en el estadio Azadi para una retransmisión en directo en pantalla gigante del partido Irán-Portugal durante el Mundial en Rusia. En septiembre de 2017, un pequeño número de mujeres elegidas en el Parlamento habían sido autorizadas a asistir a un partido de clasificación entre Irán y Siria al Mundial .
Disfrazadas para ver fútbol
Con barbas y pelucas falsas, en abril de este año, las cinco mujeres lograron entrar en el Azadi Stadium de Teherán para ver a su equipo, el Persepolis, celebrar el título de campeón de Irán tras ganar cómodamente al Sepidrood Rasht por 3-0.
Irán es el único país FIFA cuya ley impide la entrada de mujeres a los estadios. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, dijo que el presidente iraní Hassan Rouhani le prometió planes para permitir que las mujeres asistan a los partidos de fútbol en el país.
El fútbol es el deporte más popular en Irán. En las transmisiones de la televisión pública se difiere la emisión por al menos diez segundos y se editan todas las imágenes que lleguen de mujeres. No importa si van cubiertas o no, la política de ese gobierno es no mujeres.
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