El objetivo es ayudar a que estas mujeres salgan de su rutina, que a veces llega a ser estresante por trajines como el madrugar a diario para iniciar sus ventas, explicó Guillén.
"Existe cierto tipo de estrés en las señoras de los mercados porque su jornada no es fácil y hay muy poca relación entre ellas.
Entonces surgió la idea de reunir a esta familia de los mercados, ferias y asociaciones de La Paz" en el campeonato de fútbol, indicó.
El torneo es una forma de mostrar que en La Paz es cada vez más común que las mujeres jueguen fútbol, algo que, a juicio de Guillén, aún "no es muy visible" ante el número de varones que lo practican.
El interés por el campeonato va en aumento, puesto que se pasó de 18 equipos de la primera versión a los 38 que compiten en la actual.
El nivel de las participantes, cuyas edades oscilan entre los 18 y 45 años, ha mejorado e incluso algunas de las "caseritas" optaron por contratar a entrenadores privados que les preparan con semanas de anticipación para disputar el campeonato, según el intendente.
Guillén afirmó que el nivel técnico ha mejorado bastante, pues si el primer año se trató de un torneo "amateur", en la actual edición "se ha llegado a un buen conocimiento de normas, reglas y tiempos".
A su juicio, también fue un plus que el campeonato haya comenzado a principios de mes en coincidencia con los partidos del Mundial, pues las mujeres se sintieron más motivadas para subir de nivel al ver el "fanatismo general que ha existido en el mundo entero".
"Le han puesto mucho corazón, mucho amor a la práctica del deporte", destacó Guillén y sus palabras hallan respaldo en cada partido disputado del torneo que terminará esta semana.
En los partidos se ha podido ver a participantes todavía algo tímidas y con pases a veces poco precisos; mientras que otras han hecho gala de una buena técnica, con gambetas, centros y atajadas dignas de quien busca conseguir el título.
Para Mónica Alanoca, que participa en el torneo por segunda vez, se trata de una experiencia "muy buena" porque, además de confraternizar con otras vendedoras, plantea nuevos desafíos.
"Tenemos que romper las barreras, las mujeres ya no estamos sometidas a la cocina, ahora nos estamos abriendo campo en lo que es el fútbol", sostuvo Alanoca, del equipo del mercado Camacho.
"Todas ponemos alma en todo lo que hacemos, quién no quisiera terminar el campeonato con un trofeo", añadió.
Varias de las mujeres son "cholitas", las aimaras que normalmente visten bombín, pollera, blusa y manta y llevan el cabello recogido en dos trenzas, pero que para jugar cambiaron su vestimenta tradicional por un pantalón de chándal o pantalones cortos, la camiseta y unen sus trenzas con una goma para el pelo.
"Está bonito el campeonato", afirmó Rogelia Zárate, una "cholita" de 35 años que juega en el equipo 'Las indomables', del mercado Rodríguez, el campeón de la primera y segunda edición del torneo.
En 2013, las campeonas fueron las vendedoras del mercado Los Pinos.
Cada partido dura 50 minutos, con un descanso de cinco, y en la primera ronda se anotaron 75 goles, si bien se aspira a cerrar el evento con más de un centenar de anotaciones, dijo a Efe Cristian Medrano, un representante del Comité Técnico del campeonato.
La final se disputará esta semana y, al estilo del Mundial de fútbol, se prevé entregar premios a los tres primeros lugares, a la mejor jugadora, la mejor arquera y la máxima artillera.
