La Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Azerbaiyán 2012 emitirá su veredicto este sábado 13 de octubre, al cabo de una prometedora final entre Francia y la RDP de Corea. Como de costumbre, el Grupo de Estudios Técnicos (GET) de la FIFA ha mirado con lupa cada partido.
Desde el comienzo de la cita azerí, Elisabeth Loisel se encuentra al frente del panel de expertos. La ex seleccionadora de Francia y de China hizo partícipe a FIFA.com de sus observaciones.
Globalmente, ¿cuáles son sus impresiones sobre esta Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Azerbaiyán 2012?
Tengo muy buenas impresiones. Estoy gratamente sorprendida por la evolución de las selecciones desde la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Nueva Zelanda 2008, a la que también asistí. Considero que los equipos están mucho mejor organizados que antes en el apartado táctico, y especialmente en el plano defensivo. Estando bien estructuradas, las selecciones se encuentran más capacitadas para defender colectivamente. Y también son capaces de presionar al rival bastante arriba, lo cual resulta asombroso para jugadoras de esta edad.
¿Hay alguna selección que le haya sorprendido especialmente?
Esperaba la confirmación de Japón, porque me había parecido una selección muy buena en Nueva Zelanda 2008. Desgraciadamente, tampoco aquí llegó hasta el final, pues cayó eliminada en cuartos de final. Sigue siendo un equipo capaz de proponer un fútbol ofensivo de bellísima factura, con una rapidez de ejecución inusual, movilidad, flexibilidad táctica, una lectura inteligente del juego… Técnicamente, es intachable. Me da un poco de pena que las niponas hayan vuelto a quedar eliminadas, porque representaban un buen ejemplo del trabajo que se puede hacer con las jóvenes jugadoras.
¿Cómo ha visto a las selecciones debutantes?
Debo constatar que los combinados novatos tienen mucho que aprender. Como en la edición anterior, han caído eliminados en la primera fase. Les falta un poco de experiencia a este nivel; no se pueden tener unas expectativas enormes ante una primera participación. Pero si nos fijamos en los ejemplos de Gambia y Azerbaiyán, son países donde el fútbol femenino no existía hace apenas unos años. Para estos países es extraordinario poder llevar una selección a una competición de semejante envergadura. Lo importante es el legado que este campeonato va a dejar en el país, y sobre todo aquí en Azerbaiyán. Me atrevería a esperar que la asociación nacional proseguirá con los esfuerzos que empezó a llevar a cabo hace ahora tres años, y que este combinado de jóvenes seguirá progresando.
¿El fútbol asiático sigue siendo la referencia?
Si nos fijamos en las cuatro semifinalistas, observamos que hay dos selecciones europeas, ¡y sólo una asiática! Pero es cierto que las representantes asiáticas consiguen en cada edición auparse hasta las semifinales, e incluso proclamarse campeonas. En esta categoría, ellas acaparan todos los títulos. Desde luego, eso demuestra el gran trabajo que se realiza a diario con las jóvenes jugadoras en estos países. Ahora, salvo en el caso de Japón, podemos preguntarnos por el hecho de que sean campeonas en las categorías menores mientras sus selecciones absolutas no consiguen clasificarse o meterse en las semifinales de los grandes campeonatos.
¿El margen entre el fútbol sub-20 y sub-17 sigue siendo igual de importante?
La velocidad del juego, la ocupación racional del terreno de juego y la potencia son las principales diferencias. Sólo las selecciones semifinalistas poseen esa potencia. Pero todavía hay un hueco evidente entre esos combinados y las mejores selecciones sub-20, que están más capacitadas para alternar el juego en corto y en largo, jugar por una banda, cambiar el juego a la otra… Exceptuando selecciones como Francia, Alemania, Corea del Norte o Japón, los equipos no son capaces de jugar en largo. Proponen más un juego en corto, elaborado.
¿Está valorando el espectáculo ofrecido?
Muchísimo. Hemos podido apreciar una voluntad de los equipos en su conjunto de proponer un juego ofensivo y colectivo, con la intención de irse hacia arriba en cuanto roban el balón. Son capaces de estar realmente bien organizados en defensa, hay calidad técnica individualmente… Cuando veo jugar a estos equipos, me digo a mí misma: “¡Vaya trabajo hay detrás!”. No se consigue algo así de la noche a la mañana, a la vez en el plano técnico y en el táctico, para hacer que jóvenes de esa edad tengan esas cualidades. Hay mucha visión de juego: paredes, triangulaciones, desplazamientos, disponibilidad, calidad en los centros, calidad en los remates… ¡más de un tiro de cada dos va entre los tres palos! Eso es bueno para el futuro del fútbol femenino. ¡Disto mucho de estar preocupada por el futuro de las competiciones femeninas de fútbol!
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