domingo, 15 de octubre de 2017

Deyna Castellanos, la venezolana que deslumbra al mundo

Con apenas 18 años, la venezolana Deyna Castellanos (18 de abril, 1999) ha alcanzado lo que cualquier jugador de fútbol sueña en su carrera.

Pocos futbolistas tienen el privilegio de ser conocidos mundialmente, pero ella lo ha logrado, y más en este 2017, con su nominación al premio Puskas y a la mejor jugadora del mundo, que se definirá el próximo lunes.

Su historia es deslumbrante. A los 14 años formó su camino —y fue conocida internacionalmente— en la Copa Mundial Sub 17 Costa Rica 2014. En este certamen ganó, nada menos que, la bota de oro Adidas.

Dos años después, a los 16, repitió exhibición en el Mundial Sub 17 de Jordania, donde se hizo acreedora del premio a la tercera mejor jugadora, autora del mejor gol del torneo y, por añadidura, líder indiscutible de una Vinotinto a la que guió hasta la semi, por segunda edición consecutiva.

Este año, Deyna es distinguida como la candidata más joven entre las tres mejores jugadoras del mundo, las que compiten por el Premio The Best de la FIFA. Se mide con la ganadora de la edición 2016, la estadounidense Carli Lloyd; y con la recientemente campeona de la Eurocopa y Mejor Jugadora UEFA del año, la holandesa Lieke Martens. Además de eso, es la única mujer entre los candidatos nominados al Puskas al mejor gol del año.

“Mi familia, amigos cercanos y yo siempre pensamos que para estar nominada primero tendría que ir a un Mundial; pero no fue así. Esto es cosa de Dios, y de verdad que estoy muy feliz”, manifestó Castellanos, quien acumula 35 goles con su selección, destacando 18 en 16 participaciones en competiciones de la FIFA.

Ha tenido una temporada 2016/2017 de ensueño: campeona y máxima artillera del Sudamericano Sub 17 que se disputó en Cabudare, estado Lara; campeona de la Conferencia Oeste con el Santa Clarita Blue Heat en Estados Unidos; Mejor Jugadora de la United Women’s Soccer (UWS) e integrante del 11 ideal de esa Liga, así como varias actuaciones destacadas con el equipo de la División I de la NCAA, Florida State Seminoles.

Con este rosario de logros, no le extrañaría al mundo del fútbol que la artillera venezolana (de Maracay) se convierta en la Mejor Jugadora del Mundo, destacada por su talento en el manejo del balón y su sublime conexión con el gol, habilidad que se complementa con un físico veloz y poderoso.

“Estoy súper feliz de estar entre las tres finalistas y también nominada al Puskas. Para mi carrera, esto significa mucho porque es un paso adelante y un sueño hecho realidad”, expresó.

CARRERA La joven Castellanos comenzó en el fútbol en 2004, inspirada por Álvaro, su hermano mayor. Como cualquier jugadora, le fue difícil iniciar en el balompié, y más en su calidad de mujer, pues contó que muchos de decían que “no era lo suyo”. Sin embargo, con el pasar de los años, su habilidad con el balón la catapultó a ser una de las mejores del continente.

“Me quedaba pateando y pateando, haciendo dominios. Hasta que un entrenador me vio y habló con mis papás para que me metiera. Creo que es gracias a mi hermano que hoy estoy aquí”, expresó a medios de su país.

En 2013, ganó con la Vinotinto su primer torneo internacional: el Sudamericano Sub 17 - hazaña que repite en 2016-. En 2014 ingresa en la escuela formativa Juan Arango, en su Maracay natal. En 2014, a sus 15 años, fue la máxima goleadora del Mundial Sub 17 de Costa Rica (junto a su coterránea Gabriela García) y del Torneo Olímpico Juvenil de Nankín. Dos años después volvió a “enamorar” al mundo, en Jordania; y así va Castellanos, subiendo como espuma, destacando de manera individual y colectiva en cada competición en la que participó.

Su desempeño y calidad le trajo como resultado una beca de la Universidad Estatal de Florida (para estudiar Comunicaciones), y ahora milita tanto en el equipo universitario, como en el Blue Heat, un equipo profesional de la UWS donde “llegan jugadoras relevantes del mundo”, y un fichaje que le causó mucha ilusión.

SORPRESA En una entrevista a la FIFA, la aragüeña confesó cómo este ascenso la tiene al “borde de las lágrimas”, así como sus intenciones en los retos que afronta esta nueva temporada.

Destaca que su prioridad es terminar su carrera universitaria y luego podrá pensar en dar el paso a un equipo grande, así como había manifestado el año pasado: “Mi plan es acabar los estudios y después ir a Europa. Esperemos que se pueda”.

El 26 de septiembre, en una entrevista radial, lo reiteró: “Obviamente sueño con eso, pero no ahora. Las ofertas han llegado y no he aceptado por estudiar”.

Deyna afirma, con humildad, que aún le falta madurar futbolísticamente, pero que eso lo hará con el “pasar de los meses”. “El año que viene son las Eliminatorias Sub 20 y luego las mayores, la idea es estar en ambas”.

Sobre sus nominaciones, se mantiene con los pies en la tierra, pero confiesa que sería algo “increíble”.

“Ganar el premio sería algo alucinante (…) me da la responsabilidad de seguir trabajando. Personalmente creo que tengo que madurar mucho como futbolista”.

Hoy, con tremendo palmarés, se mantiene hambrienta de títulos, pero igual de centrada: “más allá de que sepan mi nombre, que mi nombre suene en el mundo del fútbol, es importante para el fútbol femenino. Todos los que están en esa gala son importantes”.

Más allá de si Deyna resulta ganadora el próximo 23 de octubre en Londres, ya es referente de la mejor generación del fútbol femenino. Ya es, por ahora, la reina del fútbol de Venezuela.

Primer título

La venezolana ganó su primer mundial a sus 14 años. Después de eso, cuatro años después, ha logrado más de 10 coronas en Liga y con su selección.

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