El uso del velo (o hiyab) por parte de las jugadoras fue autorizado este jueves por la International Football Association Board (IFAB), el órgano responsable de las reglas del juego, anunció la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) en una rueda de prensa.
Esta medida, pedida por la Confederación Asiática (AFC) y el príncipe Ali Bin Al Hussein de Jordania, uno de los seis vicepresidentes de la FIFA, contaba desde marzo con un "principio de acuerdo" de la IFAB, que había apuntado que deseaba analizar completamente "todas las cuestiones relativas a la salud y la seguridad" antes de dar el visto bueno definitivo.
"Esta iniciativa tomada en nuestro último congreso se sometió a una decisión final del comité médico de la FIFA. Las reservas médicas y sobre la seguridad se han suprimido por el uso del velo y por lo tanto la medida se ha aprobado", declaró Jérôme Valcke, secretario general de la FIFA.
Adoptada por unanimidad, esta medida se someterá primero a un período de prueba.
El color, el diseño y la naturaleza de los velos se debatirán en noviembre próximo en una reunión de la IFAB en Glasgow, Escocia.
Esta decisión permite la práctica del fútbol a todas las mujeres, lo que no ocurría hasta ahora por restricciones religiosas que afectaban a ciertas comunidades.
Entre los argumentos esgrimidos por los defensores de la medida estaba que la autorización iba a permitir a jóvenes jugadoras practicar este deporte, algo que tendrían vetado en caso contrario, y que ello contribuiría de alguna manera en su desarrollo personal y en una mayor emancipación.
Asociaciones feministas, sin embargo, han expresado su desacuerdo, como la Liga internacional de mujeres, Femix'sports y la Coordinación francesa para el lobby europeo de mujeres (Clef), en una carta abierta al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, en diciembre pasado.
Los detractores temieron en los últimos meses por la aprobación de esta medida por las estrechas relaciones de la FIFA con países de Oriente Próximo y del Golfo Pérsico.
El príncipe Bin Al Hussein ocupa un alto cargo en el organismo en el Mundial de fútbol de 2022 se atribuyó a Catar, en una decisión sin precedentes por la reducida talla del país y las condiciones de calor extremo, que podrían obligar nuevas fechas en el calendario.
La noticia fue muy bien recibida en el mundo musulmán.
"Es una buena noticia para nosotros. Es algo bueno para la comunidad musulmana", declaró a la AFP, poco antes de la decisión, Alex Soosay, secretario general de la Confederación Asiática de Fútbol, cuya sede se encuentra en Kuala Lumpur, capital de Malasia, en un país mayoritariamente musulmán.
Responsables de la Federación Malasia (FAM) apuntaron que tampoco tendrá mucho impacto en sus competiciones porque las jugadores ya llevan velo durante los partidos de los torneos locales.
Las monarquías del Golfo Pérsico también celebraron la decisión de la IFAB.
"Esta decisión, esperada con impaciencia, nos deja muy contentos", declaró a la AFP la presidenta de la Comisión del Deporte Femenino en el seno de la Federación Kuwaití de Fútbol (FKT), Naima Al-Sabah.
Omán, por su parte, no cuenta con selección femenina, al igual que Arabia Saudí.
AFP
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