Una árbitra FIFA en el país gana 88 por ciento menos que un varón. El fútbol femenino en Bolivia no tiene la “jerarquía” de la Liga y se reduce al amateurismo.
La remuneración económica de una terna en la primera de la Asociación de Fútbol Cochabamba (AFC) es de 250 a 280 bolivianos por partido dirigido, además, el monto debe ser distribuido entre el árbitro y los dos asistentes de línea.
La diferencia es abismal con relación a los montos que reciben los varones: 1.900 bolivianos por encuentro en la Liga y hasta 3.000 dólares en la Copa Libertadores de América.
Además, las juezas no reciben el dinero en el intermedio o al final de los encuentros, sino deben pasar a cobrar a inicios de cada mes a las oficinas de la Asociación.
Las árbitras FIFA llevan adelante cursos de actualización y rinden las mismas cuatro pruebas físicas que los varones, por determinación del ente internacional. Sin embargo, no tienen la posibilidad de dirigir en la Liga de Fútbol.
Las colegiadas también son nominadas para dirigir partidos internacionales como los de la Copa Libertadores y de campeonatos sudamericanos femeninos. Pero, por esa labor solo les otorgan un viático por día.
“Tuve la posibilidad de pasar unos cursos de actualización en Paraguay, otro previo a dirigir Copa Libertadores y para un Campeonato Sudamericano Sub 17 femenino en Venezuela, pero solo me dieron un viático”, dijo Janette Vera, árbitra FIFA.
La jueza está en este rubro hace 15 años (desde 2001). Comenzó a dar sus primeros pasos como asistente; en 2008 se presentó como árbitro central y en 2015 logró la insignia FIFA. “Es mi pasión y lo será hasta que sea posible. Estamos acostumbradas a la presión y los adjetivos”.
Una árbitra internacional en el país solo dirige los partidos de las asociaciones en la categoría femenina y en algunos casos de la sección No Aficionados.
La escala de pago para los jueces es diferente, según la categoría en la que dirigen. Además, su nominación depende de la actuación que tenga entre un cotejo y otro.
Esta situación obliga a las colegiadas a buscar otras alternativas de ingresos económicos.
En Bolivia existen tres juezas y tres asistentes internacionales que tienen diferentes actividades con relación a su pasión.
Las árbitras FIFA son: Janette Vera (Cochabamba), quien es analista de sistemas; Sirley Cornejo (La Paz), profesora de Educación Física, e Inés Choque (Potosí), ingeniera industrial.
Las asistentes son: Marina Quiroga (Cochabamba), odontóloga; Claudia Mollinedo (La Paz), profesora de Educación Física, y Liliana Bejarano (Tarija), abogada.
Las árbitras del país piden que la nueva Comisión Nacional de Árbitros de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) les brinden la oportunidad de dirigir partidos en la Liga Profesional.
“Esta posibilidad no podrá ser ahora, porque estamos cerca a finalizar el año. Además, estamos a tres meses de refundar el fútbol en el país. Trataremos de incluirnos en la nueva estructura de la Federación”, dijo Armando Aliaga, integrante de la Comisión Nacional.
DIRIGENCIA
El arbitraje debe ser profesional
Los dirigentes de los clubes de la Liga Profesional y de la Asociación Nacional exigen a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) que los arbitrajes en el país “sean profesionales” y que las personas se dediquen al 100 por ciento a su preparación para este rubro.
“Es necesario que los recursos de fomento que llegan de la FIFA también estén destinados a los árbitros”, dijo Rolando Aramayo, presidente de la Asociación de Fútbol de Cochabamba (AFC).
Aseguró que los dirigentes de la AFC deben cubrir los gastos de tarjetas, árbitros, indumentaria, material deportivo, hidratación y otros.
“Es muy difícil pagar un monto mayor a los árbitros, porque los equipos en la AFC no tienen ingresos por recaudación o patrocinio”, dijo Aramayo.
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