Salvatierra, gran retorno

Cuando sufrió la rotura del ligamento cruzado de su rodilla izquierda en 2009 se derrumbaron todos sus sueños y más aún cuando escuchaba a todos decir “ya no vas a volver a jugar, mejor dicate a tus estudios”. Sin embargo, la cruceña Érika Salvatierra Durán se rehusó a firmar el final y comenzó una larga lucha que coronó la semana pasada ganando el Nacional de Clubes Campeones de fútbol femenino, jugando para Universidad.
La atacante descubrió su gusto por el fútbol a los 7 años, cuando acompañaba a su padre a su trabajo y mataba el tiempo en las canchas de la zona. Dos años después le invitaron a jugar un torneo del barrio Calama, donde vieron su talento y saltó a la liga del fútbol femenino, en las filas de Enforma Santa Cruz. Fue la revelación del Nal. de Clubes Campeones 2006, jugado en Coroico, y luego integró cuatro selecciones nacionales.
Pero el peor episodio de su vida llegó en 2009. “Sentí y escuché como se rompió algo en mi rodilla. Mi chutera se había clabado al piso y una rival cayo ensima mío girando mi cuerpo”, recordó. Hasta el 2011 solo sintió un dolor intenso, pero ninguno de los médicos a los que visitó le diagnosticaron la grave lesión. Con la ayuda de su padre y del Club Universidad costeó una operación, que trajo con sigo un largo y doloroso proceso de recuperación. Pero el esfuerzo valió la pena, pues al ganar el Nacional se ganó el derecho de jugar la Copa Libertadores de América, desde el 11 de este mes en Brasil.