Hace dos años, cuando Colombia vivió la primera experiencia en un Mundial femenino, el Sub-17 de Nueva Zelanda, Tatiana Ariza fue la jugadora más destacada del equipo. Marcó dos goles en tres partidos, pero no fueron suficientes para evitar la eliminación.
Ahora juega más lejos del arco, pero marcó el gol más importante de su carrera, el segundo del triunfo 2-0 contra Suecia, el que metió a Colombia, por primera vez, en la semifinal de una Copa del Mundo, la Sub-20 de Alemania.
"No hay palabras para explicar la emoción que se siente en un momento así", aseguró Tatiana, cuando recuerda el minuto 22 del juego, momento en el que anotó su primer tanto en el torneo. "La vez pasada había podido anotar también, pero me da mucha alegría hacerlo en un partido tan decisivo como este", agregó, en conversación telefónica desde Bielefeld (Alemania).
La menor de las gemelas Ariza (su hermana Natalia, titular en la zaga del equipo que dirige Ricardo Rozo, nació cinco minutos antes, a las 8:15 a.m. del 21 de febrero de 1991) había estudiado muy bien a su rival, que llegó a Alemania con el antecedente de ser subcampeón de Europa.
"Sabíamos que desde el primer minuto teníamos que estar muy concentradas, pendientes de las dos delanteras de Suecia, que eran fuertes y potentes. Vimos que con el juego corto les íbamos a hacer daño, porque les costaba mucho, y que no podíamos cometer errores. Gracias a eso pudimos abrir temprano el marcador, motivarnos desde el principio y aguantar el resto del partido", dice.
La experiencia del Mundial de Nueva Zelanda y de los dos primeros partidos en Alemania también les ayudó a comprender lo que no debían hacer en el encuentro de cuartos de final. "Entendimos que no podíamos entrar al choque, porque así íbamos a perder. Más bien, teníamos que jugar a uno o dos toques. Los partidos con Alemania y Francia fueron de mucho forcejeo, y ellas nos superaban en talla y fuerza", explica.
Este domingo en la madrugada se define el rival para Colombia en la semifinal, entre Estados Unidos o Nigeria. "Sea cual sea el rival, vamos mentalizadas a ganar. Vamos a salir con todo. Hablé con mis papás por teléfono luego del partido y me dijeron que mucha gente había visto el encuentro. Saber que nos apoyan desde tan lejos nos pone muy contentas", afirma.
Al igual que el resto del equipo, Tatiana le puso corazón al encuentro, el mismo que casi la saca de la Selección Sub-17 porque le detectaron un soplo. La operaron en el 2007 y ya no tiene secuelas de ello. Por el contrario, tiene más fuerza para luchar por la posibilidad de jugar la final.
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