Marina Quiroga es una destacada jueza asistente FIFA de Cochabamba que lleva 15 años de experiencia en el fútbol, pero casualmente suma la misma cantidad de años como mamá, lo que para ella es “algo lindo”.
Desde muy pequeña, Marina se propuso ser una de las mejores árbitros del país y se va encaminando a ello. Lleva en su trayectoria muchos partidos en Liga, Copa Libertadores y Copa Sudamericana, entre otros torneos. Esto es para ella una experiencia única.
Sin embargo, lo que más la llena de alegría y de orgullo es el haber sido madre. Confiesa que es una papel muy complicado, pero que precisamente eso es lo lindo de “la profesión de mamá”.
“Distribuir nuestro horario es lo esencial. Hay tiempo para todo, para pasear, estudiar y deportear. Es cuestión de ordenarse”.
Su hijo, de 14 años, ya le agarró gusto al fútbol y Marina espera que en unos años pueda inclinarse por el referato.
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